El Día de Difuntos

Hoy nos gustaría hablaros sobre cómo celebramos el Día de Difuntos. Como sabéis (o no;)), Polonia es un País Católico, por lo que el día 1 de noviembre es Fiesta Nacional. Todo está cerrado. Solemos ir al cementerio con toda la familia para encender una vela y poner unas flores.

La verdad es que el supuesto de esta Fiesta ha cambiado. Desgraciadamente, nos parece que ahora no se trata de la memoria de los Difuntos, sino de una competición a ver quién tiene los trajes más bonitos o de tumbas más decoradas. Los Difuntos han pasado a un segundo plano. Nos parece que hoy nadie va al cementerio para pensar en los que murieron, para rezar por ellos, sino para aparentar y presentarse bien frente a la familia. Mucha gente considera que es una ocasión perfecta para enseñar a los demás cómo le va. Eso se ve en los ramos de flores caráisimas, las lamparias más grandes. La estupidez se ve también en la gente que pone en las tumbas las flores de plástico. Esas flores son tan artificiales como ellos mismos. Para enseñar que la persona era muy importante para nosotros, ¿no? ¿No es suficiente poner una flor viva del corazón...? No podemos entender el comportamiento de la mayoría de la gente. ¿De qué les sirve? Estaría bien cuando alguien prepara un ramo de flores en casa (pueden ser artificiales), porque cuando lo prepara piensa en la memoria del difunto, lo hace por él, y eso dice mucho del sentimiento de esa persona.

La forma de celebrar este día ha cambiado, y también nosotros mismos hemos perdido un poco. En general, el Día de los Difuntos se debería celebrar el día 2 de noviembre, pero ya nadie lo respeta. El día 1 es el Día de los Santos, y el día 2 es el de los Difuntos. Pero mucha gente lo ha olvidado y no se da cuenta de que son dos fiestas diferentes. A pesar de todo, esta tradición tiene un ambiente especial, y seguramente es importante para cada uno (aunque no todos lo enseñan).

Y a pesar de todo también, merece la pena visitar los cementerios de Łódź durante esas fechas, sobre todo de noche: la oscuridad, la luz de las lamparias, el olor de las velas, las flores... tiene una ambiente muy especial, sí. Si no olvidamos que, además, eso se hace por nuestros difuntos.